En la publicación anterior vimos cómo llevar un registro digital de los controles de peso (por método de impedancia bioeléctrica) del paciente.
En un mundo tecnificado, compartir información se ha vuelto habitual. Se hizo aún más fácil con la aparición de las redes sociales, y es natural que nos guste tener acceso a nuestra propia información. En otras palabras, sentimos mayor contención y motivación al ver nuestro progreso y poder interactuar con ello. Pero en el ámbito de la salud existen requerimientos adicionales para que sea viable.
Ahora que tenemos una base de datos organizada, veremos cómo dar un paso más allá y mejorar nuestro servicio de consultorio compartiendo estos datos con el paciente de manera confidencial, práctica y segura.
Hasta no hace mucho, cuando los registros se llevaban en papel, no había demasiada opción: el paciente podía enterarse de su progreso dentro del consultorio, y estaba obligado a olvidarlo todo una vez en su casa. Luego, con la utilización de las planillas de Excel, apareció la posibilidad de enviársela por correo electrónico cuando era solicitada.
Durante un tiempo, adjuntar la ficha del paciente por correo electrónico se convirtió en un estándar, a falta de una mejor solución. Desafortunadamente, este esquema tiene demasiadas contras:
- Al adjuntar la ficha entera, estamos compartiendo más información de la necesaria. A menudo, anotaciones que pueden ser preferentemente de uso privado del profesional.
- Cada vez que los datos cambian, el paciente deja de tener la versión actualizada, requiriendo un nuevo envío de e-mail.
- El paciente está obligado a tener una casilla de e-mail.
- En un consultorio grande, se vuelve tedioso estar enviando correos a todos. Es muy fácil equivocarse y enviar información confidencial a la persona equivocada.
- Las planillas de Excel (y los adjuntos en general) pueden contener virus, esto es un riesgo para el profesional y el paciente.
- La lista sigue…
Cómo podemos resolverlo hoy día
En la actualidad existen prácticas más simples y seguras, y acceder a nuestra información debería ser tan sencillo como lo es revisar nuestro email: Desde nuestra computadora, tablet o teléfono móvil.
Esto resuelve mucho de los puntos anteriores: No necesitamos adjuntar archivos, por lo tanto no hay riesgo de virus, se reduce el riesgo de compartir información confidencial por un error de tipeo. Ya no es necesario preocuparse por re-enviar la versión actualizada. Y… ¿eso es todo?
¿Qué más podría hacer el paciente?
Desde luego, el hecho que el paciente cuente con un usuario propio habilita un gran abanico de servicios complementarios que contribuyen a un mejor vínculo paciente-profesional.
Por ejemplo, mediante la plataforma Fimedi NET, el paciente puede enviar mensajes de consulta cuando tiene dudas de alimentación o sobre las últimas indicaciones recibidas. También puede ver o escuchar charlas, talleres o seminarios dictados por su nutricionista, a fin de profundizar sus conocimientos.
Adicionalmente, Fimedi NET ofrece servicios complementarios (desde luego, opcionales) para descargar guías o consultar recetarios de Platos Terminados estructurados por el mismo nutricionista.
Y la lista sigue. Profundizaremos sobre estos temas en las próximas publicaciones.
Conclusiones
Es normal que el paciente sienta mayor contención cuando está en contacto con su nutricionista, y cuando tiene acceso a herramientas que facilitan su trabajo durante el tratamiento.
Con la existencia de herramientas modernas como el email, blogs y redes sociales, es más fácil comunicarse con pacientes y compartir material. Fimedi NET es una plataforma que agrupa todos estos servicios en un contexto profesional y de evolución constante.
Ariel es Analista en Sistemas de Información de la Universidad Tecnológica Nacional regional Buenos Aires. Habiéndose desempeñado en el área de tecnología de la información en diversas industrias en el ámbito corporativo, es actualmente responsable y principal desarrollador de la plataforma Fimedi NET.